Tras una primera mitad convulsa e insípida, la octava temporada de The Walking Dead volvió con un episodio sólido emocionalmente pero que, como ha sido la tónica, decepcionó en términos estructurales. Vamos a comentarlo todo tras recordarles que soltaremos spoilers importantes tanto sobre la serie como sobre el cómic.

Pues bien: se acabó la especulación. Carl murió, para sorpresa de propios y extraños. Algunos se aferraron a que él no podría morir dada su relevancia en el cómic, por lo que hasta se concibieron teorías sobre la posible supervivencia del muchacho a pesar de haber sido mordido en el torso. Francamente, me asustaba esa posibilidad, pues la serie terminaría traicionando la que practicamente es su regla más importante: persona mordida, a menos que se le ampute la zona del mordisco, equivale a persona muerta. Dado que el torso no es amputable por razones obvias, Carl tenía que morir sí o sí. Y murió, lo que me parece uno de los giros más importantes y sorprendentes de la serie.

El recuendo de todo lo hecho en su último día fue de lo más conmovedor del episodio

A ver: para nadie es un secreto que The Walking Dead ha ido perdiendo su efecto. De una serie tensa en la que todos los personajes parecían en peligro, siempre bajo una amenaza aterradora que se cernía sobre ellos, pasamos a una historia de pandillas en la que han muerto tantos personajes entrañablees que ya el recurso se volvió viejo y no impacta de la misma manera. Además, desde la muerte de Glenn, los únicos con vida del grupo original eran el propio Rick, Carl, Carol y Daryl, por lo que no se pueden esperar muertes demoledoras muy seguido.

Matar a Carol o a Daryl, desde un punto de vista narrativo, sería simplemente más de lo mismo, en tanto ya hemos sufrido múltiples veces la partida de personajes originales. Además, eran muy predecibles en tanto ambos personajes son irrelevantes en el cómic (Carol murió hace mucho y Daryl ni siquiera existe). De esa manera, la única manera de crear un impacto profundo y de hacer algo realmente inesperado era matando a uno de los dos personajes que se asumían invulnerables y, dado que la salida de Rick sigue sin parecer viable, el turno tenía que ser de Carl.

La visión de Carl mostró, entre otras cosas, a un Eugene redimido

Claro, los puristas se rasgaron las vestiduras en tanto el muchacho desempeña un rol central en las historias por venir, pero la verdad es que la serie, aunque a grandes rasgos va contando la misma historia, se ha tomado muchísimas libertades en cuanto a la supervivencia de los personajes, rasignando roles y funciones constantemente. La tendencia me pareció genial desde siempre, pues así el programa permanece fresco incluso para quienes conocen el cómic, y es en ese contexto que hay que entender la muerte de Carl: a partir de ahora, aunque es muy probable que veamos a los susurradores y demás eventos de la historieta, la hoja está en blanco en múltiples aspectos, lo cual genera una expectativa que la serie necesitaba desde hace rato.

Ya en cuanto a la ejecución del episodio, tengo sentimientos encontrados por varias razones. En primer lugar, me fastidió mucho que intercalaran los últimos momentos de Carl con la situación en El Reino pues, aunque el rescate de Ezekiel fue interesante y le dio muerte a un salvador que ya merecía perecer, no se puede comparar su relevancia con la muerte de uno de los personajes principales. Así que cada vez que un corte nos enviaba de vuelta al Reino, no podía evitar la sensación de urgencia porque la acción volviera a Alexandria.

Carol y Morgan protagonizaron una historia que, ante la muerte de Carl, resultó frustrante de ver

Otra cosa que me molestó fue que la despedida se alargara tanto. La verdad es que no había ninguna necesidad de llevarse a Carl del túnel, traslado que de hecho le quitó peso y atmósfera a la despedida. Las ruinas donde finalmente falleció al menos generaron algunas tomas muy hermosas, por la manera en que entraba la luz y los ténues colores que circundaban la escena.

Sí he de confesar que me pareció una manera muy digna de despedir al personaje, sobre todo la despedida de Judith, la cual se podría contar entre uno de los momentos más emotivos de la serie. El detalle del sombrero, no solo que se lo legara, sino que explicara por qué lo usaba todo el tiempo, fue como el detalle perfecto. Incluso Daryl tuvo su momento para despedirse, reconociendo la importancia de las acciones de joven Grimes en los úlltimos eventos. Lástima que Carol, la otra que queda del grupo original, no pudo hablar con él una última vez.

Me parerció monumental que Carl cayera víctima de la que siempre fue la amenaza primordial de la serie y que no terminara siendo una víctima más de la guerra contra los Salvadores. Viéndolo bien, hace ya un buen rato que ningún personaje importante moría por una mordedura. Y más allá de ese detalle, el muchacho murió por darle a alguien la posibilidad de sobrevivir, lo cual fue como la mejor manera en que pudo dejar la serie.

El último deseo de Carl: que Rick vuelva a ser el conciliador que fue alguna vez

Por otro lado, también fue muy emocionante escucharlo recordar sus acciones de hace tanto tiempo, cuando mató a un muchacho que parecía a punto de rendirse en la cuarta temporada. Ese fue uno de los momentos más trascendentales en la formación del personaje, en tanto fue de las primeras ocasiones en que vimos lo frío y cortante que podía llegar a ser. Saber que el remordimiento por esa decisión, en conjunto con la admiración por la actitud conciliadora de Rick, fue lo que lo llevó a su actitud altruista del presente, resultó realmente conmovedor y le dio un cierre muy apropiado al personaje

Puntos extra porque él mismo se disparara antes de morir de fiebre. El muchacho que una vez mató a su propia madre para evitar que se transformara tenía que evitarse a sí mismo ese destino.

Y bien, ¿ahora qué? Esa es la gran pregunta. La visión de Carl no tiene que ser necesariamente una premonición de lo que está por venir, pero sí me parece posible un futuro con un Negan colaborador, sobre todo asumiendo que en el cómic Rick evita que Negan muera tras haberle cortado la garganta. De hecho, asumo que Siddiq va a incorporarse al grupo como médico y que él se encargará de salvar a Negan en esa situación. Eso sí, ya vimos que a partir de ahora mucho será diferente del cómic, por lo que no se puede asegurar nada.

Rick yace herido en una imagen futura. ¿Acaba de perdonar a Negan?

Además, ¿qué pasa con Rick en esa escena en que lo vemos herido y recostado a un árbol? Es la única secuencia cuyo sentido aún queda pendiente y no quedará más que esperar para descubrirlo.

Una buena muerte, dolorosa y trascendental, muy al estilo de las primeras temporadas, es un giro que le hace mucho bien a la serie, en tanto le inyecta emoción y deja la expectativa de qué irá a pasar a continuación. Esperemos que este interesante respiro no caiga entre desaciertos que continúen ahogando a la serie en el limbo en el que cada vez se hundía más y del cual apenas podríamos decir que vemos la posiblidad de superarlo.

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