Tras el martirio absoluto difícil episodio de la semana anterior, la sétima temporada del apocalipsis vuelve con un episodio mucho más sosegado, dirigido con toda claridad a introducir personajes y preparar el terreno para las historias por venir. La siguiente reseña comenta a fondo el episodio, así que si no lo ha visto, mejor véalo antes; habrá «spoilers«, como es usual.
«The Well» nos presentó a un personaje ya avistado, no solo por los lectores del cómic sino por cualquiera que hubiera visto el trailer: el Rey Ezekiel, con todo y su tigresa Shiva, quienes juntos reinan sobre la nueva locación de la historia, llamada simplemente «El Reino«.
Como es usual en este tipo de episodios, la narración se detuvo particularmente en mostrar el nuevo escenario, que no es muy diferente de otros que hemos ido conociendo, excepto en la particular manera en que es dirigido. Para conocer este detalle, el guion utilizó magistralmente a Carol quien, lejos de la locura que parecía anunciar el trailer, se mantiene en sus cabales y, precisamente por eso, se siente ante una broma cuando es llevada ante Ezekiel por Morgan. Hay que ser francos: tras tanto tiempo en un mundo ido al cuerno, tiempo durante el que no solo perdió a su familia sino que se ha visto obligada a matar a sangre fría en multitud de ocasiones, por no mencionar las veces en que estuvo a punto de morir y vio morir a otros amigos, encontrarse de pronto en un «reino» con todo y «rey»… que además tiene una tigresa como mascota… amarrada a una cadena… definitivamente no sería fácil.
El escepticismo de Carol calzó perfectamente con la condición actual de su personaje, así como sirvió para paliar un poco la impresión que el nuevo y pintoresco personaje podría causar. Como ha pasado en muchas ocasiones, lo que en el cómic se ve genial podría no calzar tan bien en la adaptación, por lo que la medida resultó muy apropiada. Además, dada la resistencia de Carol pudimos escuchar la historia de Ezekiel contada por él mismo, lo que a su vez permitió incluir un comentario social sobre la «necesidad» del ser humano por tener a alguien a quién seguir, así sea un farsante.
Aunque Ezekiel puede tomarse por un manipulador que se aprovechó de un vacío de poder para «coronarse», en el contexto del mundo después del mundo es muy comprensible que se den situaciones en las que alguien tenga que echarse el equipo al hombro. No es nada diferente de lo que hizo Rick en su grupo, Deanna en Alexandria y el Gobernador en Woodberry, para bien o para mal.
En cuando a El Reino como tal, parece una comunidad aún más organizada que Alexandria, dada la atención a los detalles, como que mantienen una especie de escuela y hasta un coro muy competente. Curiosamente, pienso que tal nivel de organización puede deberse al trato con los Salvadores: Ezekiel tiene que asegurarse de que la comunidad sea muy productiva pues no solo se mantiene a sí misma, sino que debe proveer para la gente de Negan. Dicho sea de paso, resulta muy interesante que el trato con estos últimos permanezca en secreto excepto para unos cuantos allegados del rey. Me suena a que tarde o temprano el asunto se descubrirá y no será nada fácil para él.
Mi única queja con respecto a El Reino es que, como suele pasar, practicamente solo Ezekiel fue una adición importante a la galería de personajes. Si bien se nombró a unos cuantos más, ninguno parece una futura adición al elenco, tal como pasó en Hilltop, cuyo único personaje relevante de momento es Jesus. De hecho, en Alexandria pasaó algo muy similar, con lo que quiero apuntar que en realidad, a pesar de las nuevas locaciones e historias, el grupo de protagonistas no se expande realmente. Ojalá la situación cambie en los próximos episodios y conozcamos a nuevos personajes fuertes y relevantes que agreguen dinámica a la narración.
Por lo demás, tuvimos un ligero enfoque en Morgan que resultó muy interesante, pues mostró una vez más su dilema con respecto a la filosofía de no matar que había adoptado tan firmemente. Por lo visto, el episodio recién vivido en que Carol casi muere a manos de un salvador modificó su percepción, aunque como Ezekiel mismo afirmó, su reserva con respecto a la disposición de la vida humana es lo que hace a Morgan un personaje valioso. Tal vez su dilema no deba ser resuelto con otro cambio de actitud, sino con la aceptación de su parte de que es necesario un balance, mucho más en el mundo en el que ahora vive.
Finalmente, me pareció muy interesante que se mencionara el hecho de que en algún momento los habitantes de El Reino pensaron en oponer resistencia a los Salvadores, pero Ezekiel renunció a ello al perder a un número importante de elementos en un enfrentamiento. La situación parece ser exactamente la misma que la de los alexandrinos, que quedaron tan impactados la semana pasada que ni consideraron la posibilidad de resistir de alguna manera… bueno excepto Maggie, que ya comienza a dar atisbos de lo que, según el cómic, será de ella en el futuro cercano.
¿Estará Ezekiel realmente «interesado» en Carol?, ¿será que Shiva se puede alimentar de caminantes?, ¿asumirá Morgan una posición balanceada en cuanto a su filosofía o volverá a sus tiempos de máquina de matar? Son preguntas que iremos resolviendo conforme avance la temporada. De momento, tenemos dos episodios muy buenos, cada uno a su manera. Sigamos en sintonía a ver qué nos depara el destino.
