Reseñar Twin Peaks… solo a mí se me ocurre. Pero bueno, alguien debería hacerlo, ¿cierto? Que una serie reviva tras más de un cuarto de siglo de haber sido cancelada no es algo que pasa todos los días. Mucho menos si quedó en un cliffhanger tan cruel y desconcertante como con el que acabó la segunda temporada de la creación de Mark Frost y David Lynch, quienes quisieron presionar así para que les renovaran para una tercera temporada.

La presión no tuvo efecto… hasta ahora, cuando la serie volvió a ver si puede atar el gigantesco cabo suelto del que en algún momento fue su final. Una espera casi tan larga como a la que fueron sometidos quienes vieron Star Wars en los tiempos de su aparición original, que tuvieron que esperar más de 30 años para saber qué pasaba tras el Episodio VI.

Pues bien, el nuevo episodio no se guardó nada y entró de una vez en materia, no sin antes mostrarnos de nuevo la escena en que Laura Palmer (o su espíritu) le dijo a Cooper que lo vería «en 25 años». La intención es más que obvia: dejar claro que, de hecho, pasó poco más de un cuarto de siglo para que la serie volviera.

Lo primero que vemos es un enigmático diálogo entre Cooper y el Gigante, el cual tiene lugar en la Logia Negra. Por lo visto, Cooper, el de verdad, sigue ahí atrapado. En cuanto a su situación en el mundo real, sabemos por Lucy y Andy que el agente se declaró desaparecido. Sin embargo, lo que ocurre es que su doppelganger, aún no sabemos si poseído por BOB o no, anda por el mundo cometiendo fechorías. De momento es imposible saber a qué se dedica esta versión oscura de Cooper, pero lo cierto es que es temible: en este episodio doble lo vemos asesinar a sangre fría varias veces e incluso conspirar contra la propia Logia Negra, a donde no está dispuesto a regresar.

El gigante fue el primer rostro familiar que vimos.

Esto responde a una pregunta que me hice muchas veces ante la idea de un regreso de esta serie: dado que Cooper había terminado poseído por BOB, ¿cómo podrían continuar la historia tras tantos años? Resolverlo con la idea de que el Cooper malvado anda aún suelto haciendo de las suyas me pareció muy apropiado, pues no solo resulta interesante sino que contribuye a que lamentemos el destino del Cooper real, atrapado durante tanto tiempo.

Lo más interesante de este regreso es precisamente que la serie se siente muy Twin peaks pero sin ser necesariamente más de lo mismo, en el sentido de que los misterios son tan intrigantes como siempre pero se notan más ambiciosos e intricados. La gran virtud de la serie original fue mezclar el surrealismo lyncheano con una trama coherente y que no temía alivianarse por momentos, gracias a un humor disparatado e inocentón que ayudaba mucho a aliviar la tensión. De momento, la tercera temporada luce más densa y ambiciosa, cercana al trabajo más reciente de Lynch, pero sin perder de vista el origen de la historia.

Andy y Lucy continúan en la oficina del sheriff de Twin Peaks.

Ahora bien, he de observar que, con todo y que lo que más me llamó la atención fue las múltiples locaciones (lo cual se opone a la focalización original en el pueblo homónimo), de momento las escenas en Twin Peaks se sintieron ligeramente desconectadas del resto. Claro, en estos momentos todo parece desconectado, es el principio de la temporada y apenas se nos están presentando los hilos narrativos que iremos siguiendo, pero de todas manera parecía que cada vez que volvíamos al pueblo se nos trataba de recordar que, de hecho, estamos viendo Twin Peaks y que los personajes clásicos siguen formando parte de la historia, aunque aún no sepamos cómo.

Con respecto a dichos personajes, fue agradable ver de nuevo a Hawk, sobre todo porque su personaje parece a punto de involucrarse de alguna forma con la Logia Negra. También fue interesante que la Señora del Tronco le esté dando indicaciones, siempre a su estilo críptico e inexplicable. Ahora bien, Lucy y Andy me parecieron un poco más forzados, pero no hay que olvidar que sus personajes siempre fueron más bien secundarios y estaban sobre todo para ofrecer ligereza y humor.

El oficial Hawk, siempre dispuesto a investigar.

Ben y Jerry Horne tuvieron sus segundos de metraje, pero su densa conversación no pareció tan relevante; tal fue el caso del doctor Jacoby: ¿qué diablos pretenderá hacer con todas esas palas en medio del bosque? Dado que fue el primer personaje clásico en aparecer, supuse que su presencia sería muy relevante, pero al menos de momento no volvimos a verlo. Claro, quedan muchos episodios, pero por ahora solo sabemos que vive en el bosque y recibió un montón de palas. Ya veremos.

Creo que definitivamente lo más interesante fue lo completamente nuevo: en Nueva York, vimos a un joven desempeñando un trabajo sumamente particular, consistente en contemplar una enorme caja de cristal y reportar si aparecía algo en ella. Según sus palabras, todo el asunto está financiado por un enigmático millonario. La caja, monitoreada a su vez mediante lo que parece ser equipo fotográfico, permanece invariable hasta que el joven, contrariando sus indicaciones, deja entrar a una muchacha con quien termina teniendo un encuentro sexual; en pleno acto, el joven nota que «algo» está finalmente apareciendo en la caja… algo que termina por romperla y descuartizarlos a él y a su pareja. Francamente, no esperaba ese nivel de violencia e intensidad, pero fue completamente bienvenido de mi parte. Creo que fue lo más intrigante de todo el episodio, el gancho perfecto para seguir viendo el resto de la serie y, ojalá, descubrir qué diablos fue lo que ocurrió.

La enigmática caja de cristal en Nueva York

En Dakota del Sur, la policía, guiada por una vecina, encontró a una mujer muerta en su habitación. Bueno… al menos encontró su cabeza, colocada sobre el cuerpo decapitado de un hombre. Este hallazgo fue el otro gran misterio al que asistimos, sobre todo porque la escena del crimen estaba llena de las huellas de un director de escuela, William Hastings, que afirma haber soñado con la fallecida, pero no haber ido nunca a su casa. ¿Sueños?, ¿personas cometiendo atrocidades sin conciencia de ello? Mmm.. suena muy conocido… además, una vez encerrado William, pudimos ver una especie de indigente en una celda cercana, inmóvil, como una estatua… cuyo cuerpo desapareció dejando atrás la cabeza… que salió volando de la toma… ¿se lee raro? Más raro fue verlo, se los aseguro.

Will Hastings fue encerrado por el asesinato de la bibliotecaria de su escuela

Y el lío no terminó ahí: Cooper, el Cooper malo pues, apareció en la casa del acusado y asesino a su esposa tras una breve conversación. ¿Qué tiene que ver? Ni idea, pero es grato notar como todo parece estar efectivamente conectado.

Por cierto, con respecto a la «aparición» que mencioné en las celda de la policía, ¿fue idea mía o se parece mucho al… «susto» que se ve por unos segundos en Mulholland Drive detrás de la cafetería?

Hablando de Mulholand Drive, pudimos ver a un actor de dicha película. Me refiero a Patrick Fischler, quien esta vez interpreta a un tal Duncan Todd (su personaje en la película se llamaba simplemente «Dan«… ¿Dan = Dun?). Su escena es de las más enigmáticas del episodio; por un lado, es la única que ocurre en Las Vegas, por otro, consiste en un breve diálogo en el que él, quien parece ser el administrador de alguna clase de compañía le pide a un empleado que le confirme a alguien más que tiene «el trabajo»; por la conversación que sigue, se intuye que dicho «trabajo» es algo más bien turbio y que el propio Duncan le da luz verde contra su voluntad. Además, se habla de un aparente jefe o encargado que no suena muy decente. Sobre decir que no queda idea de a quién se refieren o cuál es el trabajo en cuestión. Como con todo, habrá que seguir viendo.

Son conocidas las teorías de que Mulholand Drive, película de Lynch que de hecho nació de la idea para un spin off de Twin Peaks, está conectada de alguna manera con la serie. La aparición de Todd podría contribuir a la especulación, así como el hecho de que Naomi Watts, protagonista de la película, aparecerá tarde o temprano en esta nueva temporada.

Hablando de conexiones, en una de sus últimas escenas, el Cooper malo se puso en contacto con Philip Jeffries, personaje que David Bowie interpretó en Fire Walk With Me y que, aún con la ausencia de su intérprete, volvió de cierta manera. Pero ¿era realmente Jeffries? Cooper no pareció tan seguro, lo cual suma un misterio más.

Cooper malo con una de sus víctimas; ¿cuáles serán sus intenciones?

Me gustaría comentar mucho sobre las escenas en la Logia Negra… pero por razones obvias es francamente difícil. Podemos apuntar que fue genial volver a ver al Cooper que conocemos, así como a Laura e incluso a Phillip, el hombre de un brazoy a su brazo, que dejó su forma original y ahora es… un cerebro en un palo… o algo así. Como siempre, Lynch se las ingenia para deleitar visualmente, pero también para lograr continuidad con lo que quedó establecido en el pasado pues, como el propio «Hombre de otro lugar» dijo en el último episodio de la segunda temporada:

«Cuando me veas de nuevo, no seré yo»… ¿justificación para el «cerebro en un palo»?

Sobra decir que los efectos visuales y sonoros, la música, las actuaciones y la cinematografía de estas secuencias fueron simplemente hermosos, llenos de ese arte surreal y macabro que solo Lynch sabe conseguir. Queda la gran intriga de qué pasó con Cooper, pues aparentemente lo liberaron de la Logia Negra, pero quedó atrapado en la caja de cristal de Nueva York, sobre la que calló. ¿Qué tiene que ver esta situación con el «demonio» que asesinó a la pareja de amantes? Por lo visto, la caída de Cooper ocurrió justo antes de que dicha entidad apareciera… ¿será que…? No, no creo que ese «bicho» fuera Cooper… ¿cierto? Pero entonces… ¿qué era?, ¿qué pasó?, ¿lo sabremos algún día? ¡AAAAAAAAAAAH!

El final nos llevó de nuevo al Bang-bang y nos trajo de vuelta a James y a Shelly. El primero, al parecer, regresa tras mucho tiempo, mientras que la segunda habla incluso de un hijo. Queda por ver qué parte tendrán en la historia y si otros personajes, como Bobby o Donna, seguirán en sus vidas.

Shelly y sus amigas pasándola bien en el Bang-bang

Si algo podemos decir de la temporada a estas alturas, es que definitivamente se trata de un trabajo 100% «lyncheano», claramente del Lynch posterior a Mulholland Drive, Lost Highway, Inland Empire y sus múltiples cortos y trabajos para Internet. Por ahí he leído que esta nueva propuesta no es «para cualquiera», ni siquiera para cualquier fan de la serie original, en tanto luce mucho más críptica y densa que esta última. Puede que sea cierto, pero también lo es que Twin Peaks nunca fue algo que se pudiera calificar de «accesible», así que en realidad me parece que se trata de un excelente y prometedor retorno. Esperaría, eso sí, que los múltiples enredos encuentren su cauce y terminen formando parte de una historia coherente pues, si bien es propio de Lynch dejar casi todo a la interpretación del espectador, Twin Peaks siempre tuvo sentido y permitió atar los cabos de una u otra manera.

Definitivamente, es afortunado saber que nos quedan 16 horas más de esta maravilla, tras las cuales (tal vez) habremos esclarecido gran parte de este misterio.

2 COMENTARIOS

  1. Simply desire to say your article is as surprising.
    The clearness for your submit is just spectacular and i can assume you’re a
    professional in this subject. Fine together with your permission allow me to seize your feed to keep up to date with approaching post.
    Thanks one million and please carry on the enjoyable work.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí