Ver Twin Peaks es duro. Claro, en un mundo en el que existen Game of Thrones y The Walking Dead, parece banal afirmar tal cosa. Pero es que Twin Peaks es dura en un sentido muy particular, pues uno no puede dejar de verla, muy a pesar de que es constante la sensación de que, más que contarnos una historia, Lynch simplemente nos está vacilando.

Inicio así porque, por mucho que amo la serie, mi ansia por respuestas continúa creciendo a un nivel alarmante. Y eso que obtuvimos algunas en los epidosio que me dispongo a comentar. El caso es que a la altura del episodio 12 muy poco resulta comprensible y mucho solo se va enredando más. Pero… se trata de Lynch, todos sabíamos que algo así pasaría. Y, dejémonos de habladas, eso es lo que nos gusta. Comentemos pues, recordando antes que se vienen spoilers de las partes 11 y 12.

«Part 11» fue un episodio sencillo, al menos para los estándares. En realidad no vimos a tantos personajes como en otras ocasiones y los hechos fueron más o menos ordenados. De hecho, el episodio se puede dividir en cuatro hilos principales:

  1. Primero, el de Becky: informada de la ubicación de la amante de su esposo, la hija de Sherry (y de Bobby, como lo confirmamos en este episodio) enloqueció. Pero en serio: enloqueció. No le bastó hacer tirada a su propia madre del carro, sino que agarró la puerta del apartamento a balazos, aunque le acababan de decir que su esposo y la amante no se encontraban. Algo que ha ido quedando cada vez más claro en esta temporada es que los hijos de los personajes originales tienen serios problemas. Todo el asunto terminó en una conversación en el RR entre padres e hija, la cual se vio interrumpida por un balazo que entró por la ventana. El tiro resultó ser obra de un niño que se encontró la pistola de su padre en el carro y la disparó sin más. Si lo vieron bien, ese niño se veía bien sospechoso. Y ¿qué me dicen de la señora que pitaba como loca porque la dejaran pasar? Como si no bastara con esa actitud tan fuera de lugar, ¿qué diablos le pasaba a la chiquita que iba con ella? Era lo más parecido a un zombi que he visto en una serie sin zombis… hasta el momento. Como dato adicional, nos enteramos de que Sherry anda con el dealer mago para el que trabaja Richard Horne… lo cual no deja de ser una conexión interesante.

    Los Briggs tuvieron una conversación familiar dado el comportamiento de Becky
  2. Por su parte, el FBI continuó con las investigaciones alrededor de Hastings y su caso. Esta fue la parte más loca del episodio, vórtice aéreo que casi se lleva a Gordon incluido. Como siempre, es imposible saber qué significa lo visto, pero al menos ya Gordon y Albert… ah bueno, también Diane, vieron a los leñadores, lo que representa una conexión más en el entramado de la historia. He de reconocer que me decepcionó que Albert evitara que Gordon se fuera en el vórtice, pues me esperaba una escena aún más loca, posiblemente una visita de Gordon a la Logia Negra o al lugar que atravesó Cooper antes de regresar al mundo. Con todo, fue interesante que varios personajes pudieran ver al leñador y que el propio Gordon viera a un grupo de ellos a través del vórtice. La muerte de Hastings fue impactante pues, aunque se sabía que los leñadores eran peligrosos, no los habíamos visto matar así en el presente. Además, finalmente apareció el cuerpo de Ruth… con unas coordenadas grabadas en el brazo que parecen interesarle mucho a Diane… lo que más me intriga por este lado es, precisamente, qué trama esta misteriosa mujer…
  3. El mapa de Hawk fue también muy interesante, no solo porque incluye varias de las pistas encontradas en el cilindro dejado por Briggs, sino porque, como el propio Hawk explica, se trata de un «objeto viviente», mágico o algo por el estilo, que se mantienen siempre vigente. Los diversos símbolos que interpreta Hawk, entre los que abunda el fuego, son crípticos y, en lo que a mí conciernen, solo parecen indicar que se avecina un desastre de los buenos. Para colmo, la Dama del leño, que sí, afortunadamente volvió a aparecer, lo llamó de nuevo para comunicarle que hay «fuego en su destino». Me gustó también que, cuando Frank preguntó por el símbolo de la caverna de los búhos, Hawk se negara a dar explicaciones…

    El mapa de Hawk fue otra referencia a la cultura nativa americana, cada vez más presente en la historia
  4. Por último, Cooper-Dougie, a quien los Mitchum estaban esperando para matarlo, se salvó por un pelo: la compañía de seguros concluyó que el incendio sí fue un accidente, por lo que los hermanos fueron indemnizados. La noticia, así como que Cooper fuera enviado con un pie de cereza como el que Bradley vio en su sueño, provocó la alegría de los hermanos, quienes terminaron invitándolo a cenar. Fue divertido que reapareciera la señora que fue favorecida por Cooper en el casino, quien le agradeció y continuó llamándolo «Mr. Jackpot». Esta línea de la historia es de las más enigmáticas, pero es claro que la reconciliación entre los Mitchum y Dougie va a molestar al tipo de las Vegas, quien de hecho tiene conexión con Cooper-malo… no sé ustedes, pero algo me dice que todo esto va a terminar con un encuentro entre los Coopers…

    Los Mitchum recibieron lo que querían de la persona menos esperada

Algunos datos adicionales del episodio:

  • Miriam, la amante del pie que Richard parecía haber matado en el episodio anterior, está con vida.
  • La música en las escenas de Becky, muy al estilo del cine clásico de terror, fue notable y le dio un aire macabro y mucha intensidad a sus escenas.
  • La muerte de Hastings recordó al modus operandi usado por el leñador para matar al locutor en «Part 8», por lo que pareciera ser su estilo de deshacerse de las incomodidades.
  • Cooper, el de verdad, volvió a manifestarse brevemente, esta vez cuando uno de los Mitchum mencionó que el pie estaba «damn good». Como todo el mundo, estoy sumamente ansioso por volver a ver a Cooper, pero algo me dice que, de ocurrir, será prácticamente al final. Por cierto: algo llamó la atención del agente cuando el pianista comenzó a tocar otra cosa… francamente, no pude reconocer la pieza, pero ahí definitivamente había algo.

En cuanto a «Part 12», la narración se dispersó un poco más pero igual se mantuvo relativamente contenida. Nada más empezando tuvimos una revelación importante, un pequeño halo de luz en medio de tanta ceguera: resulta que el Project Blue Book fue una iniciativa que el gobierno estadounidense impulsó para investigar los fenómenos OVNI. Al concluir que no había suficiente evidencia, el proyecto se clausuró, pero la persistencia de ciertas irregularidades obligó a conformar la fuerza especial Blue Rose, encargada de seguir los cabos sueltos del proyecto original. Dicha fuerza, dirigida por Phillip Jeffries y, por lo visto, Gordon Cole, incluyó en su momento a Chet Desmond (desaparecido en Fire Walk With Me e interpretado por Chris Isaac), Dale Cooper y al propio Albert. Este último le contó todo a Tammy, pues su intención y la de Gordon es reclutarla, lo cual la joven aceptó. Diane, a su vez, fue reclutada temporalmente para ayudar con el caso de Dale.

La fuerza especial Blue Rose en su versión actual: Diane, Albert, Tammy y Gordon

De vuelta en Twin Peaks, Sarah sufrió un muy extraño ataque de ansiedad en un supermercado. Reviendo el episodio, me exprimí el cerebro tratando de entender qué pudo haber detonado semejante situación y lo único que logré considerar fue que la cajera que atendió a la mujer se parecía relativamente a Laura. Lo que me hizo pensar eso fue que Sarah, precisamente, le señala que no la había visto antes por ahí, dando a entender que ver a la muchacha le incomodó. Claro que también parecía molesta por el «jerky» de pavo que estaba a la venta… en fin, nunca se sabe pero, como decía, el parecido con Laura fue lo único que logré sacar en limpio.

Hawk visitó a Sarah a raíz del acontecimiento, pero no logró nada más que escuchar algunos ruidos en la cocina de la casa Palmer. Es preciso notar también que antes de que Sarah abriera, se mostraron algunas tomas del ventilador de techo dentro de la casa, el cual, si no estoy mal, está justo a la entrada del cuarto de Laura. Queda la intriga de qué sonaba en la cocina…

Sarah Palmer tuvo un extraño arrebato en el supermercado

Volviendo con el FBI, Diane sigue mensajeando con Cooper-malo. Esta vez, fue particularmente difícil entender a qué se referían pues él solo preguntó «¿Las Vegas?» y ella respondió «No han preguntado aún». Como el mismo Gordon se preguntó (tras una hilarante escena en que su guapa acompañante se tomó toda la vida para retirarse tras la petición de Albert), es extraño que Diane necesite averiguar algo que los agentes deben preguntar… en todo caso, es tranquilizador que estén al tanto de que Diane parece estar por traicionarlos, pero a la vez enervante que no hagan casi nada por detenerla o sorprenderla. Por lo visto, las coordenadas en el brazo de Ruth dirigen a Twin Peaks, lo cual Diane ya sabe pero, al menos por lo que se vio, los agentes lo ignoran. Este ligero detalle me hace pensar que todo confluirá en Twin Peaks, probablamente muy pronto.

Lo que podría considerarse la otra gran revelación de esta semana fue el esperadísimo regreso de Audrey. Finalmente, tras otra insufrible escena con Jacoby (lo insulso de sus apariciones cada vez me molesta más), pudimos ver a la hija de Ben Horne… aunque probablemente nadie se esperaba un regreso tan extraño: no la vimos hacer más que rogarle a un tipo, su esposo, para que la llevara al bar para buscar a un tal Billy… claramente, Audrey no se lleva muy bien con dicho tipo, pues pasó insultándolo y menospreciándolo. El tipo finalmente accedió pero no sin antes llamar a una tal Tina y sorprenderse mucho por lo que esta le dijo. Sin embargo, ni nosotros ni Audrey supimos qué se habló en la llamada porque el tipo solo guardó silencio. Claro, es Twin Peaks, estas cosas suelen pasar pero, en el nombre del cielo, ¿qué-fue-eso? Sencillamente no hay manera de conectar la situación con nada, pues no se mencionaron personajes ni sucesos conocidos. Dónde ha estado Audrey, quién es el padre de Richard y demás interrogantes que rodean al personje siguen tan abiertas como antes.

Audrey volvió… no como esperábamos, pero ya está aquí. Podemos respirar

En detalles aislados tenemos los siguientes:

  • Jerry Horne salió del bosque.
  • Carl (quien aún no quiere ser molestado antes de las 9:30 am), tiene en mucha estima a sus inquilinos y no quiere que vendan sangre para pagar las cuentas.
  • Dougie jugó béisbol con su hijo (muy mal, por cierto), y eso fue todo lo que vimos de él esta semana.
  • Miriam está hospitalizada y Ben Horne fue avisado de que su nieto no solo fue el responsable de atropellar al niño, sino también de casi matar a la única testigo.
  • Ben le envió a Harry Truman la llave del cuarto de Cooper.
  • Los enviados por Cooper-malo mataron a sangre fría al alcaide de la prisión.
  • Nadine sigue delirando por Jacoby.
  • Al final tuvimos una nueva conversación incomprensible en el bar; personajes que nunca hemos visto hablando de gente que no conocemos.

Y bien, eso tengo qué decir sobre los últimos dos episodios. Como dije al principio, esta es una serie dura, frustrante y lenta que exige de sus espectadores no solo que aten la mayoría de cabos por su cuenta, sino también que tengan muchísima paciencia pues la inversión de tiempo en elementos aparentemente intrascendentes suele ser grande. Por ahora, queda esperar a que pronto llegue la fecha anunciada por el mayor y que algo importante e intenso ocurra. A seguir viendo, que estamos a seis episodios del que, por lo que sabemos, será el cierre definitivo de Twin Peaks.

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