Tarde, lo sé. Pero mejor eso que nunca, ¿cierto? En fin, aquí estamos para comentar los episodios 6 y 7 de Twin Peaks que, como de costumbre, nos dejaron buen material para conversar.  Eso sí: habrá spoilers, así que con cuidado.

«Part 6» se concentró particularmente en Dougie. He leído a algunos comentaristas señalar que están hartos de que Cooper no reaccione y siga dando vueltas sin sentido. Aunque comprendo las ansias por ver al Cooper de siempre, es un hecho que el desarrollo de esta versión suya es sumamente interesante. Por ejemplo, me agrada mucho la manera tan paulatina en que se va reencontrando con su pasado (esta vez, reaccionó sobre todo con la placa del oficial que lo llevó a la casa), todo un ejercicio de paciencia para los espectadores.

Además, es intrigante la manera en que, como comenté en una reseña anterior, Dale parece tener alguna clase de poder para percibir la realidad que lo rodea de forma privilegiada. En esta ocasión, lo que parecían ser garabatos sobre los expedientes que le pidieron que revisara, resultaron ser indicaciones para descubrir «algo». Al menos así lo indica la reacción del jefe, quien estaba muy complacido con el «trabajo» de Cooper, quien en realidad se limitó a seguir las indicaciones que unas lucecitas le brindaban sobre los formularios. En el aspecto formal, hay que destacar la música de la escena, tan intensa que convirtió lo que parecía una trivialidad en un momento memorable.

Cooper se las ingenió para presentar el trabajo que se le solicitó

De nuevo, el Manco se le apareció a Dale, esta vez para decirle que tiene que despertar y pedirle que no muera… además, Janey puso en su lugar a los que le cobraran a Dougie una enorme deuda. Lo que no me quedó demasiado claro fue por qué tanta resistencia a pagar los 50 mil que le exigían, si Cooper llevó más de 400 mil de las ganancias del casino… tal vez no quiso ceder y ya… ¿cierto?

Avanzando, uno de los momentos más importantes fue de los más breves: finalmente, pudimos ver el rostro de Diane, la enigmática asistente a la que Cooper le grababa mensajes todo el tiempo en la serie original. Resulta que su rostro es nada menos que el de Laura Dern. De momento, solo la vimos responder al llamado de Albert, quien la fue a buscar al bar que ella frecuenta, como había prometido hacer la última vez. Con todo, no dejó de ser intenso, sobre todo por la manera en que la vimos primero de espaldas y luego, lentamente, se volvió.

Finalmente, Diane es más que un nombre.

En este episodio vimos un poco más de un personaje reciéntemente introducido al a serie. Se trata de Richard Horne (¿alguna conexión con Audrey o su familia?), a quien vimos por última vez en el bar, fumando donde no se suponía que lo hiciera. En esta ocasión, se reunió con un muy particular traficante de drogas, quien afirma traer su producto de Canadá. De sus aparentes movimientos marciales, su problema en el hígado y su truco con una moneda… ni hablemos. Mejor concentrarse en lo que pasó con Richard quien, manejando como un enajenado, terminó atropellando a un niño. La frialdad con que simplemente siguió adelante y luego limpió la sangre del carro fue escalofriantes y sirvió para confirmar que el tipo no anda en los mejores pasos.

Del atropello hay que comentar algo más. Asistimos al regreso de Carl, el dueño del lote de casas rodantes que conocimos en Fire Walk With Me. Su aparición estuvo relacionada con la fatalidad del niño pues, desde hacía un rato, Carl lo había visto jugando con su madre. Consumado el accidente, el señor fue a ver qué había pasado y pudo percibir cómo el alma del pequeño ascendía al cielo… a mí no me pregunten qué diablos significa el asunto.

Richard Horne se une al catálogo de personajes oscuros y despiadados de la serie

Por otro lado, vimos continuar una línea interesante con el tipo de Las Vegas, quien le envió a un hombre pequeño y calvo las fotografías de la mujer empeñada en matar a Dougie y del propio Dougie, con la clara solicitud de que los elimine. De hecho, en el episodio lo vimos asesinar cruelmente a la mujer y a varias personas más en su lugar de trabajo. Sin duda, se trata de un asesino eficiente.

Por último, el episodio cerró con el hallazgo, por parte de Hawk, de unas páginas manuscritas en una puerta del baño de hombres. La primera suposición es que son del diario de Laura pero, de ser así, ¿cómo llegaron a ese escondite? Pues…

Hawk y el Sheriff examinaron las páginas perdidas del diario de Laura Palmer

¡SÍ! Resulta que sí eran las páginas que faltaban del diario. Bueno, excepto una que, como apunta Hawk, continúa desaparecida. «Part 7» inició con esta revelación, la cual llevó al sheriff Truman a indagar (¡POR FIN!) sobre lo ocurrido por Cooper una vez salió de la Logia Negra. Para esto, llamó a quien pasó más tiempo con él en esos momentos, además del otro sheriff Truman: nada menos que el doctor Hayward, a quien contacta a través de Skype. Sobre esta llamada quisiera comentar tanto desde dos perspectivas: una intra-ficcional y otra extra-ficcional:

  • En primer lugar, me encantó que por fin alguien refiriera qué pasó con Cooper luego de aquel enigmático despertar en el Great Northern. Ahora, gracias a Hayward, sabemos que el agente fue trasladado al hospital donde, tras apenas una hora de haber sido ingresado, Hayward lo vio completamente vestido abandonando el área de Cuidados Intensivos. Sobre lo que podría estar haciendo ahí, Hayward mencionó que podría haber visitado a Audrey Horne, quien se encontraba ahí internada tras los sucesos del banco. Esta es, de hecho, la primera vez que Audrey es mencionada en la nueva temporada, lo que confirma que sobrevivió a la explosión que vimos al final de la serie original.
  • En segundo lugar, quisiera referirme al hecho de que Warren Frost, intérprete del doctor, aparentemente grabó sus escenas en un momento en que el Alzheimer lo había afectado mucho. Esto explica, claro, el que su aparición se realizara vía Skype y que, de hecho, en algunos momentos pareciera que el doctor está leyendo sus líneas. Más allá de lo falso que esto se haya visto, me parece una manera excelente de incorporar en la serie a actores de avanzada edad o cuyos padecimientos les impedían un envolvimiento más activo, tal fue el caso de la Dama del leño, interpretada por Catherine Coulson, quien tuvo un par de apariciones al principio de la temporada, pero no pudo aparecer más pues falleció debido al cáncer. Frost, de hecho, falleció a principios de este año, con lo que se suma a Coulson y a Miguel Ferrer, intérprete de Albert, quien murió también en enero del presente.
El doctor Hayward hizo su aparición vía Skype

En Dakota del Sur tuvieron lugar varios acontecimientos interesantes. Por un lado: la Coronel Knox visitó la jefatura para confirmar de dónde obtuvieron las huellas del mayor Briggs, solo para llevarse la sorpresa de que, de hecho, tenían el cuerpo, el cual nunca había aparecido. Para mayor desconcierto, la forense de Dakota del Sur le indica que aquel hombre murió hace unos 5 o 6 días y que su edad era de casi cincuenta años. Si en realidad se trata del mayor, este debería tener más de 70… ¿abducción extraterrestre? Podría ser, pues recordemos que Briggs ya desapareció una vez de la faz de la Tierra. Ahora bien, más allá de eso me interesa rescatar la escalofriante nueva aparición del indigente oscuro que vimos antes en una celda cerca de la de William Hastings, inculpado por el doble asesinato descubierto en el apartamento de su bibliotecaria. Esta vez, lo vimos surgir del pasillo tras la Coronel, quien hablaba por teléfono con su superior ajena a la ominosa figura que se le acercaba. La música de fondo aumentó la tensión al límite… solo para que la oficial se volviera, mirara a la aparición, y se fuera a hablar con los miembros de la jefatura. Claro, luego la cámara nos permitió ver cómo la aparición pasaba de largo por la puerta, lo que solo hace crecer la intriga sobre su identidad y su relación con los crímenes y la desaparición de Briggs.

Por otro lado, Gordon, Albert y Tammy volvieron a visitar la prisión, pero esta vez en compañía de Diane quien, aunque en principio no quería, aceptó a acompañarlos para reconocer a Cooper. Finalmente alguien confirmó lo que para nosotros es evidente pero para los protagonistas no tanto: ese NO es Cooper, al menos no el que todos conocieron alguna vez. Diane se notó sumamente afectada por el hecho y le dijo a Gordon que aún había algo que tenía que contarle. Quedamos a la expectativa de qué podrá ser.

Diane enfrentó a Cooper malo y confirmó que no es el agente que todos conocían

Tras la conversación con Diane, Cooper malo amenazó al alcaide de la prisión, ya que aparentemente posee información que podría comprometer al servidor público, por lo que este accedió a liberarlo y suministrarle un vehículo para que escape. Así, Cooper malo anda de nuevo suelto…

Finalmente, en lo que fue la única aparición de Dougie en este episodio, vimos cómo la policía llegó a su trabajo para informarle que su carro había aparecido, aunque lo realmente interesante fue el atentado que contra su vida perpetró el pequeño hombre calvo. Claramente, el asesino buscaba completar su asignación, pero la reacción de Cooper, ágil y fuerte, consiguió evitarlo. Durante el forcejeo, vimos aparecer al «Brazo», quien le decía a Cooper que le estrujara la mano. De hecho, cuando la policía recuperó el arma, pudimos ver lo que parecía un pedazo de piel adherido al mango. ¿Será este un nuevo paso en dirección al despertar completo de Cooper? Me gusta pensar que sí.

 

Y bien, eso fue lo más relevante de estas dos semanas. Aunque sigue siendo difícil hacerse una idea, siquiera aproximada, de lo que está ocurriendo, la intriga permanece en tanto se nos muestran muy ligeras conexiones entre las diversas historias, así como indicios de lo que podría estar por venir. ¿Tal vez un encuentro entre Cooper malo y Cooper? Eso sería loco y desconcertante cuando menos… pero bueno, habrá que dar tiempo al tiempo. Aún nos quedan once episodios, por lo que podemos esperar grandes cosas.

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