Escribir la reseña acerca de un remake, te pone en una dinámica diferente. Son muchas cosas las que se tienen que tomar en cuenta. Un reboot por el contrario, es otra cosa, no hay demasiados paralelismos específicos, ni la libertad creativa se reduce tanto. Al final en un remake, jugás con los mismos personajes, diálogos y demás aspectos de un material original, con poco campo para cosas nuevas.
Lo bueno de un remake es, precisamente, que no vas a hacerlo de una mala película, lo vas a hacer de una buena; o, en este caso, un hito del anime de todos los tiempos. Aunque, viéndolo así ¡qué presión! Pero bueno, a lo que nos trae aquí: Ghost in The Shell.
Lo que pasa cuando uno va a ver este tipo de pelis, se puede describir en dos supuestos: estoy viendo a ver qué tan similar es a la original que tanto amo, por lo que pongo total atención al personaje principal, a los personajes secundarios, al villano y al mundo cobrando vida enfrente mío, no hay necesidad de mucho análisis ya que me sé la historia de cabo a rabo; por el contrario, si voy y no sé de qué trata, pues es como ver una película normal, y está en la capacidad de contar la historia y en los elementos que la conforman, el que sea una mala, buena o magnífica experiencia.
En el primer caso, si la cinta me da los elementos clásicos de forma aceptable o buena, posiblemente me gustará o encantará; pero si se toman demasiadas libertades, se vuelve un eco lejano del material original y la odiaré con todo mí ser.
¿Un fantasma en una concha? ¡Contáme más!
Primero, voy a dirigirme a esos fans de las películas en general, de Scarlett Johansson y de la ciencia ficción, que no han visto el anime original. La cinta parte con una premisa: ¿Qué pasa si nuestro cuerpo no muere y es nuestro cerebro o nuestra conciencia la que se transfiere a uno pre fabricado?
A diferencia de Ex-Máquina, el tratamiento de Ghost in The Shell no es profundo, es básicamente: hicimos un súper humano, usémoslo como un arma. Aunque el problema existencial que esto significa es el principal motivador de todo lo que pasa, no es nunca algo que te conmueva, es solamente un argumento de trama que generará el conflicto final.
Uno de los puntos que hacen que no sea fácil conectar con este aspecto emocional, es la actuación de Johansson, es difícil lograr expresar mucho sin expresar mucho. Ella lo logra hasta cierto punto, en especial al final, pero nunca llega a ser realmente emotiva su actuación. Además, no entiendo porque escogió un caminado que, aunque robótico, se ve extraño y poco natural; se entiende que no es su cuerpo, sin embargo, no hay una verdadera razón para que pueda hacer las acrobacias más imposibles y no poder caminar bien. Un aspecto que tampoco nace del material original cabe agregar.
El otro punto que mueve la historia, es el hacker que empieza a matar a mucha gente utilizando robots asesinos. El descubrir quién es, más el saber por qué Mayor (nombre de la protagonista) experimenta visiones que no debería, es lo que busca resolver la Sección 9 a cargo de Aramaki, un viejo zorro (wink, wink) que dirige la sección.
En cuanto a los villanos, hay dos, el dicho hacker (Kuze) y un personaje que puede ser el punto más débil de toda la película, Cutter, el típico hombre de negocios malo de cualquier producción hollywoodense en la historia. Pero por otro lado, la película es un deleite visual, es realmente sobresaliente lo que lograron con la cuidad. Desde la atmósfera, hasta los hologramas gigantescos; todo es simplemente espectacular, la dirección de fotografía se lució de forma impecable.
Se puede decir que los efectos solo flaquearon una vez y por un segundo, en una secuela de acción en la que Mayor se tiene que mover rápidamente para escapar de las balas, fuera de ahí es prácticamente perfecta. Tal vez lo único criticable es que hubo momentos en los que la dirección de arte se acercó demasiado a The Matrix, que tampoco es malo realmente.
¿Ya fuiste a ver Ghost in a Shell?
Bueno, eso es para los que no han visto la cinta original, ahora esta parte va para los fans: ¡OH MI DIOS SANTO! Es IMPOSIBLE que no vayan a ver esta cinta, es la primera cinta anime, que ¡parece un anime real! El tratamiento es bastante fiel a la original, sin embargo, no es cuadro por cuadro y hay cambios en la trama para apelar a mercados más amplios; pero guarda los elementos que hicieron a Ghost in a Shell un clásico del anime.
Uno realmente ve en Johansson a Mayor, con excepción del caminado que mencioné antes, que aunque puede ser algo menor, me distrajo un poco. De todas formas las escenas icónicas están: Mokoto cayendo sin ropa y en full camuflaje, checked; pelea con el chofer de basura hackeado, checked; línea de diálogo icónica, checked y checked.
La cinta no tiene momentos tan emocionales como la original, en el que la música te crea una atmósfera melancólica de la ciudad, pero es de lo más impresionante que he visto a la hora de tomar un concepto antiguo, y traerlo a tiempos modernos, sin perder la esencia que lo inspiró. Todo en este mundo grita Ghost in a Shell, no es nunca un: “bueno es parecidillo, pero…” es un éxito de diseño. Batou es ver a, pues, Batou y así con los demás personajes, todos son impresionantes.
Los veredictos
Si sos fan de anime, es una ida obligatoria. Es ver un anime en vivo, es fiel a los personajes, Batou es representado a la perfección y Mayor casi casi a la perfección. No tiene el mismo peso emocional ni melancólico de la original, hay personajes nuevos que toman importancia, pero en general la esencia se mantiene.
Los efectos son de primera clase y aunque la trama no es exactamente igual, nunca se llega a alejar tanto como para perder esa sensación de querer ver, cómo harán esta o esta otra escena maravillosa que ya nos sabemos de memoria, en eso no decepciona ni una vez.
Por otro lado, sin saber nada del material original, la cinta lamentablemente es solo aceptable, no aporta nada nuevo a un público que haya visto ciencia ficción antes; que conozcan de películas con temáticas similares, pero mucho mejor logradas, claro está, a excepción del aspecto visual, en ese terreno se puede parar a la par de cualquiera.
Veo complicado que llegue a ser el hito que es su versión animada, necesita mucho de un conocimiento del anime para ese factor: ¡Wow! Es una experiencia muy de cine, eso sí, los efectos y la fotografía más el arte, valen la pena un boleto, pero no creo que te conmuevan los personajes, ni la historia demasiado. No es terrible, pero no es sublime sin un contexto anterior.
