El mundo sería un lugar mejor si hubieran más personas como Kimmy Schmidt.
Esta historia comienza con un grupo de cuatro mujeres que son rescatadas del líder de un culto apocalíptico que las mantuvo encerradas bajo tierra por 15 años. No suena como el tema de una comedia y ese inicio puede parecer extraño, pero de pronto el noticiero que está transmitiendo el rescate, se convierte en un video con autotune que se vuelve viral a lo Bed Intruder, y entonces uno entiende por dónde va a ir la cosa.
Creada por Tina Fey y Robert Carlock, esta serie de Netflix (¿hay algo que Netflix haga mal?) tiene tantos chistes y gags en cada capítulo que a veces es imposible agarrarlos todos porque uno aún se está riendo del chiste anterior. El humor negro y sarcástico de los demás personajes contrasta con el excesivo positivismo e ingenuidad de Kimmy (Ellie Kemper). No la culpamos. Haber pasado 15 años en un bunker claramente hace que una persona no entienda del todo la mayoría de referencias a la cultura popular acutal, qué rayos es un selfie, qué quiere decir «wtf» y pues… ¡Internet en general!
Eso sí, pueden esperar bastantes referencias a los 90s, porque Kimmy es básicamente una adolescente de los 90s, excepto porque tiene 30 años, pero su mentalidad quedó en esa época. Para haber pasado gran parte de su vida encerrada y haber tenido una experiencia tan traumante, Kimmy es una persona demasiado feliz, pero no ese tipo de feliz que resulta molesto. Es como una energía contagiosa que hace que uno también se sienta feliz y quiera cumplir sus sueños y no darse por vencido… y tragarse los 13 episodios de la primera temporada en un solo día.
El resto del cast principal está compuesto por Jacqueline Voorhees (Jane Krakowski), la jefa de Kimmy, Lillian Kaushtupper (Carol Kane), la dueña del apartamento en el cual vive con Titus Andromedon (Tituss Burgess). Cada personaje funciona para parodiar diferentes temas, desde la vida americana de los blancos millonarios, hasta el ser parte de minorías discriminadas. Incluso llega a tener un mensaje de empoderamiento femenino, dentro de lo que cabe para una comedia con episodios de 20 minutos. Pero sin duda alguna, Titus es lo mejor de esta serie. Es el primer amigo de Kimmy en la gran ciudad de Nueva York, así que es quien le toca darle cachetadas de realidad. Además de que tiene un talento completamente genuino, ya que es un actor de Broadway, ¿y qué mejor manera de parodiar eso que haciendo su personaje un artista luchando por surgir?
Si están buscando una comedia simple y sumamente graciosa, con la genialidad de Tina Fey, que puedan hacer binge watch en Netflix, vean Unbreakble Kimmy Schmidt. Están justo a tiempo para ponerse al día y ver la segunda temporada que se estrena mañana 15 de abril. Cuando se den cuenta, van a estar cantando a todo volumen la canción del oppening sin poder evitarlo. Unbreakble, they alive damn it. It’s a miracle!
