Al parecer todo sigue igual dentro del mundo de Shingeki No Kyojin y esta semana tuvimos un capítulo poco memorable que nos adentró en la psique de una de las personajes principales (Sasha) pero tuvimos poca substancia y casi nulas escenas de acción, aunque sí momentos de tensión. Como siempre invitados a leer esta reseña libre de spoilers.

El episodio inicia justo donde quedamos en el anterior, sin embargo, ya empezamos a notar las carencias narrativas de la adapatación del manga al anime, me refiero pues al objetivo de enviar al aislamiento a un grupo de los cuerpos de exploración del ejército. Quienes hayan leído el manga entenderán porqué un grupo pequeño de soldados fue exiliado de la ciudad, el problema aquí es que nos lo cuentan como un detalle menor, como algo sin importancia y tangencial que no tendrá repercusiones en el desenvolvimiento de la historia, por lo que estaríamos ante dos escenarios: 1. El anime va a cambiar significativamente una parte de su adaptación o 2. No nos supieron explicar un detalle como este y la adaptación sería fiel a su material fuente por lo que tendriamos una explicación muy breve evitando ahondar en temas muy importantes para el desarrollo narrativo posterior (decisión editorial).

Pasando al plano de la sustancia del capítulo, me cuesta entender cómo con la cantidad de capítulos rumoreados para esta segunda parte del anime (12) los editores se dan el lujo de gastar un episodio en relleno del manga, la historia de Sasha si bien es rica e interesante no merece tanto tiempo en pantalla, por lo que el episodio se siente extenso y a ratos aburrido; no me malinterpreten, no todo puede ser acción en una historia, mucho menos en una densa y sangrienta como la de Shingeki No Kyojin, sin embargo, estamos a inicios de temporada y el público espera otros tipos de construcciones narrativas.

Sería entendible por otra parte que la acción la estén guardando para el segundo y tercer acto de la temporada, pero aún así, hay mucho material en la fuente original que pudo haber sido utilizado. Dejando de lado la comparativa necesaria con el manga, he de decir que este episodio peca de algunos fallos menores, uno de ellos la edición, el momento cumbre del episodio se siente fuera de ritmo y anticlimático, razón por la cual no creí que este segmento de historia fuera a ser representado, el otro podríamos decir que es la poca trascendencia de este, pero sería redundar en la idea que he tratado de exponer.

Ahora bien, no todo fue malo en este episodio, al menos pudimos ver la construcción de Sasha  como elemento narrativo dentro de la historia, también vimos algo de contexto de lo que ocurre en el campo mientras la ciudad está «tranquila», la música fue otro punto alto, aunque utiliza melodías de la primera temporada, por lo que me temo que esta nueva temporada más que apostar por innovación sonora, se quedará con la reutilización de los elementos musicales compuestos por el maestro Hiroyuki Sawano. En fin, estamos ante un episodio que provoca muy poco, pero que es disfrutable, en alguna medida.

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