Esta semana, la serie volvió a enfocarse en la historia principal, con lo que demostró que no necesariamente tener a los protagonistas en escena garantiza un buen episodio. Comentaremos,  pero antes… ¿adivinan? ¡Claro! Esta reseña contendrá spoilers, así que…¡cuidado!

«Sing me a song» tuvo sus momentos, sin duda: finalmente pudimos ver el desenlace del intento de Carl por infiltrarse en la guarida de Negan, lo que llevó a situaciones tensas y buenos diálogos. Sin embargo, el capítulo adoleció del mismo problema que ha afectado al resto de la temporada como un todo: el exceso de personajes. Lo diré puntualmente: uno sabe que algo está muy mal con The Walking Dead cuando Rick se convierte en un personaje secundario cuya aventura interesa poco o nada y, más bien, le quita tiempo a la línea principal.

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                                           Carl presenció cómo Negan dio uno de sus discursos (des)moralizantes

Más allá de los episodios 1 y 4, Rick ha sido relegado esta temporada, lo cual me parece un error garrafal. Él ha sido siempre el protagonista, su presencia ha movido la narración y le ha otorgado sentido desde el primer episodio. Sin embargo, en esta temporada Rick no ha hecho más que obedecer a Negan y, aunque los motivos están claros, resulta contradictorio que él se haya intimidado tanto mientras que Rosita, Michonne, Carl, Spencer, Maggie y Sasha estén decididos a dar pelea desde el primer momento.

En este epidosio, como en «Go Getters«, la aparición de Rick fue prácticamente un cameo, una continuación de la salida que realizó con Aron en busca de «algo» qué darle a los Salvadores cuando vuelvan. A veces me da la impresión de que solo incluyen esas escenas para no descartar a Rick del todo porque no saben qué hacer con él. Ojalá el refugio que encontraron contenga algo interesante… por lo menos para que cruzar el lago lleno de muertos valga la pena.

Por otro lado, las historias de Michonne y Rosita me parecen cada vez más absurdas. El sentimiento de frustración por la actitud sometida de Rick es perfectamente comprensible, pero no me cabe en la cabeza que elementos tan experimentados como ellas estén tan decididas a irse solitas a enfrentar a Negan. De Carl lo esperaría, es un chiquito al fin y al cabo, pero me resulta inaceptable esa actitud de «al diablo, me voy sola a ajustar cuentas». En el caso de Rosita es ridículo considerando que le exigió a Eugene la fabricación de una mísera bala como preparación para irse a luchar contra el mundo. Si bien una bala es suficiente para matar a un hombre y eso es lo que ella se propone, no tengo idea de cómo pretende tener la oportunidad de usarla tan efectivamente.

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                         Spencer y Eugene protagonizaron algunos de los momentos menos interesantes del episodio.

Spencer fue otro cuyo desarrollo no comprendí en lo absoluto. El diálogo con Gabriel sobre el liderazgo de Rick fue interesante (aunque Gabriel, ya lo he dicho, es otro con el que no parecen saber qué hacer), pero su determinación por alcanzar ese arco pareció totalmente aleatoria: el compa salió a ver qué se encontraba y, convenientemente, se encontró un arma de largo alcance cuya munición se puede fabricar con relativa facilidad…

Pero bueno, dejé para el final lo que podría considerarse la esencia del episodio: el encuentro entre Negan y Carl. Sobre el villano, repito lo dicho: la temporada está abusando de Negan. Es un hecho que es la innovación de la temporada, el juguete nuevo, pero con cada minuto que aparece en pantalla siento que tiene menos y menos que mostrar. Con todo y que la escena de la plancha me gustó, tampoco significó tanto verlo quemar a un desconocido después de que episodios atrás le reventara la cabeza a Abraham y a Glenn. Al menos, ya se mostró el tema de la plancha, que estaba pendiente. Para añadir al problema, Negan nunca se ve realmente serio o molesto, sino con esa sonrisa y su tonito cantarín que ya cansan. No, no se trata de que el personaje me caiga mal (en realidad, para eso está hecho), sino que su actitud es demasiado plana, no hay profundidad en su comportamiento ni distintas capas desde las cuales apreciar al personaje.

La visita al cuartel de los Salvadores, a pesar de que se sintió a ratos como una reiteración de lo ya visto en «The Cell«, permitió escuchar parte de la filosofía de Negan de su propia boca: según él, ellos salvaron al mundo del caos imponiendo su nuevo orden, el cual necesita de nuevas reglas; todo eso sin desaprovechar la oportunidad de «hacer de la vida algo mejor», como le indicó también a Carl. Estos discursos sí que le otorgaron profundidad a Negan, pues lo mostraron como un hombre con un proyecto, visionario a su muy retorcida y opresiva manera.

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                                                                          Negan «atacó» lo más vulnerable de Alexandria

Con respecto a Carl, la humillación de descubrirse ante su agresor y verse rodeado por sus lujos fue de lo mejor a lo que se ha sometido al personaje. Si bien él siempre ha criticado a su padre cuando se decide por actitudes más pasivas, es usual que la propia crudeza del mundo termine por enseñarle que ahí la vida no se arregla tomando un arma y disparándole al primero que se ponga en frente, como él intentó al llegar al campamento. Por ahora, lo único que logró fue ser humillado y revelar la existencia de Judith, lo cual podría llevar a consecuencias de lo más nefastas. Por cierto, esas escenas de Negan chineando a la bebé fueron de lo mejor: el monstruo, el asesino, jugando paternalmente con esa inocente criatura… creo que solo este tipo de situaciones pueden añadirle oscuridad a un personaje como Negan después de la manera en que fue presentado.

Como podrá intuirse por mi reseña, el episodio fue disperso y trató de cubrir demasiado terreno. Con un metraje de casi 63 minutos (curiosamente, es el segundo episodio de la temporada que supera la marca de la hora), «Sing me a Song» presentó muchas líneas narrativas, casi todas intrascendentes, que probablemente pretendían mantener actualizados a todos los personajes, pero que solo lograron fragmentar la atención de modo que casi nada logró afianzarse adecuadamente. Al menos, el viaje de Carl al cuartel de Negan mostró cosas interesantes y llevó al villano al corazón mismo de lo que es importante para Rick.

Probablemente, el final de esta primera parte de la temporada traerá consigo hechos trascendentes que otorguen sentido a mucho de lo que hemos visto; eso es lo que espero, pues de lo contrario habrá que reonocer que a pesar de toda la expectativa, la temporada no está resultando tan satisfactoria, principalmente por una serie de extrañas decisiones con respecto al reparto (relegar a Rick, sobre exponer a Negan) que han convertido a la trama en una espiral sin resolución aparente. Veremos qué pasa la próxima semana.

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